martes, 17 de agosto de 2010

Tipología libresca



Hay libros que son el mayor derroche de talento y libros que son un despilfarro aún mayor.

2 comentarios:

Maestro KewoSun dijo...

Los talentos nunca se derrochan, siempre debes intentar multiplicarlos. Es triste atesorar los talentos sin sacarle producto, como en Mateo 25, 14-30. Hay que llenarse de alegría por el derroche del talento del que somos depositarios no para guardarlo sino para hacerlo crecer.

Óscar García García dijo...

Eso me recuerda que los talentos de curso corriente eran de plata, mientras que los originales (de los que tomaron nombre) eran platillos de balanza de materia cualquiera. Su valor residía en su función: medir el valor de cualquier otra especie.
Como dice el Evangelio de Lázaro, "no hay libro, por malo que sea, que no tenga alguna cosa buena". Aunque esa cosa no sea sino distinguir todavía más a los buenos.
Salud, Maestro.