jueves, 22 de abril de 2010

La traductora on-line del Wake [ I, i, 1 ]

«Work in Progress»

Libro I
capítulo i
versículo primero
  1. riverrun, past Eve and Adam´s, from swerve of shore to bend of bay, brings us by a commodius vicus of recirculation back to Howth Castle and Environs.

He versiculado mi ejemplar de Finnegans Wake con la esperanza de facilitarme el trabajo y, siendo sincera, retrasarlo un poco.

Fuera hace buen tiempo, sol, ni rastro en el cielo atlántico de las cenizas del Eiyafyatlayokutl. Habrá gente en las playas, en las oficinas, gente con familia y un trabajo serio yltdfktlslkjd. Soy una imbécil.


Traducir el Wake es un rito y una tortura y yo soy un desastre; mi madre dice que es una insensatez que me supera, que no tengo pajolera de inglés ni constancia, pero que Nora me perdone yo amo a Joyce y me basta.
También tengo un Diccionario Collins Español-Inglés y Viceversa, un English Dictionary y un Dictionary of Idioms (éste prestado "sine die" por un amigo), ambos de la “Cobuild Series” y con el lema:


Helping learners with real English”


Mal panorama.


¿Debería pedirles patrocinio?


Lo que tengo claro es que no tengo lo que hay que tener.


De Joyce puede esperarse cualquier cosa, ¡cualquiera!, lo único previsible será sueco, húngaro o gaélico; de los que por descontado no entiendo papa.
¡No pienses en eso!, me digo con una voz de voluntad que no es mía ni de lejos, y yo añado en alto:


—Empezaré cuando vuelva del supermercado —no tengo agua, ni leche, ni zumo, ni pan de molde ni yogur. Y creo que se me ha acabado la pasta de dientes.


Nunca entenderé qué le llamó a escribir este berenjenal.


Mi primer parrafito no tiene pinta de ofrecer demasiada resistencia; se prende fácil a la cabeza y me sorprendo farfullándolo en la sección de verdura a granel con una melodía tabernera (la canción pirata, creo, de El temible burlón). Suena rayos, pero enseguida siento las sirenas.

Temo que habré de tomarme más de una licencia tradúctil; no sé por qué me tiembla el pulso, lo que persigo con esta traducción es tan sólo una lectura, mi lectura (personal e intransferible), tan desprejuiciada y desinformada como yo misma. Valor y a echarle ovarios, eso es lo más difícil, aunque no lo parezca fuera del amar soy bastante puritanilla.

  1. fluvifluye1 —pasada la de Adán y Eva, desde el revés que hace la ribera hacia el bajío en que da la bahía—, nos acorrala2 por un amplísimo vico3 de recirculación espaldas al Howth Castle y Extramuros.


1
¿Qué espero de Joyce y su primera palabra? Un emblema de la obra que inicia; riverrun, “río-corre”, suena natural en inglés, en el que existe una familia entera de compuestos de river- nula en español (el cual recurre al latín fluvis para todo lo fluvial, como en afluente e interfluvio). La de correr es más productiva. Por un segundo barajo el ataque directo (correrío?, escorrentía?, corrientecorre?), pero riverrun es la extravagancia del versículo y deseo que conserve su rango (riorrula?, riorriega?, riocursa?). Que suene a ensalmo y hechizo y me envuelva junto la obra. Busco un recurso mágico, incorriente. Y que el río siga su curso.


2
En realidad, nos trae. Es la sucesión bay-brings la que me dispara el subconsciente y traslada bring to bay, “acorralar”. El corral guiña al vicus de recirculación y al movimiento de envoltura que evoca. Es el Okeanos de Homero donde todo tiene principio, el río Océano que rodea el cosmos como una serpiente el huevo, ¡Ouróboros!, pescadilla que muerde su cola, autofellatio, comepollas. Luego refuerzo este background con la libertad de espaldas a cuando está de vuelta, porque el sentido recto está más que implícito y mi lección suma violencia al párrafo. Porque Joyce tiene que sonar con ese punch.


3
Del latín, vicus, “barrio de una ciudad, calle”. Vico, en italiano, apellido popularizado por Giambattista, pensador ávido y desordenado para el que lo real era todo lo contrario de lo claro y distinto; la comprensión de este caos histórico pasa por la idea de que cada historia particular participa de la eterna (un ciclo retornable), gracias a la regulación de la Providencia. Las múltiples historias particulares entrecruzadas en un espacio determinado (una ciudad, un barrio, un Ulysses) cuentan una sola e infinita.
Un dublinés borracho lo pronunciaría como biggest, lo que redundaría en el significado de commodius, o también como because, aunque la sintaxis no consolida esta segunda lección. Y tampoco me parece plan plantearse cábalas pa toda la sinfonía.

2 comentarios:

Bruno Mesa dijo...

No sé si darte la bienvenida, amiga traductora, a los sotabancos y garbullos blogueros. Estoy seguro de que fracasarás en tu desquiciada pretensión de traducir el intestino de Joyce, pero estoy convencido de que ese fracaso se volverá literatura.

Recuerdos de Székely.

colorprimario dijo...

Ya vi los enlaces... Del primero me ha intrigado el cómo lo has hecho. El segundo está bien, pero hubiera preferido ver solo la foto. Lo cual nos lleva directamente al tercero, que apunta una pretensión hacia el cosmos de lo temporalmente indefinido, y esto me lleva a mí directamente a algo que pensaba hoy en la ducha, un aforismo que no sé si alguna vez escribiré, pero que venía a decir algo así como: "de todos los cuentos universales, el único que se ha hecho a mi medida es el de la concatenación cósmica".

Mejor no me hagas mucho caso. Hoy ha vuelto a ser uno de esos días desaprovechados.

Un abrazo.

Pd. Si quieres que vuelva a pasar, será mejor que actualices. He dicho.


Chau.
D.