viernes, 4 de febrero de 2011

María, posando



                                                                                                                             A  D.M



Aún teniendo alas y belleza queda lejos la felicidad.

Dolorosamente, crecen ojos a mi espalda. Me hostiga la risa cruel de la infancia y la red del coleccionista. La inminencia de ser aplastado; de que, pronto, clavarán mis alas con alfileres en un viejo álbum.


Terminaré sin haber conocido libertad mayor que la felicidad del gusano.

1 comentario:

colorprimario dijo...

Si el tal D.M es quien creo que es, tal vez no merezca este derroche de precisa expresividad.

Si no, dele un fuerte abrazo de mi parte cuando lo vea. Que, al final, se trata, como decía la canción, de jugar por jugar.

Salud.
D.