Udo Berger, alemán aficionado a los wargames de vacaciones en la Costa Brava, se baña en el mar con El Quemado, el encargado de los patines de playa que debe su apodo a llevar la cara desfigurada por terribles cicatrices:
Cuando regresamos me aconsejó, con una voz extraña, que me pusiera crema de coco en la piel.
—Crema de coco y oscuridad —murmuró.
Con premeditada brusquedad desperté a Ingeborg y nos marchamos.
Roberto Bolaño, El Tercer Reich (2010)
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