lunes, 14 de marzo de 2011

I-PEN15: Separata a la Cuestión 25



A) Tema

Escoge un tema que desprecies. Del que sepas un saco (Kíkeron dixit), pero que desprecies. Y no estaría mal que ya hayas madurado una opinión sobre dicho tema que emane la untuosa bilis negra del puro desprecio.

Ejemplos característicos: (1) Novela autobiográfíca.
                                     (2) Novela histórica.                                               

Para esta demostración, yo escogeré la segunda opción; porque soy un romántico incurable.


B) Compromiso

Informa a todos tus conocidos de tus propósitos. Si fracasas, que haga ruido. Coméntaselo sobretodo a los escritores que conozcas,  sabrán apreciarlo. Ignoras cuánto alegras sus vidas.  Anúncialo a los cuatro vientos, no sé, publícalo en tu blog.


C) Documentación, invención, estilo y estructura

Alójate en la biblioteca, habla solo y con cualquiera que cruce tu camino. Rebusca en la basura por materia novelable o pura peripecia, cualquier cosa. Pon especial atención al principio y a lo que llamamos nudo (es eso que sientes en tu garganta). Si alguien lee la mitad de tu libro ya puedes darte con un canto en los dientes, ¿para qué perder tiempo pensando un final?

Los finales abiertos siguen de moda y todavía son cool ( no así la expresión cool; no sé, hace tiempo que no suena chic y como que está súper out ).

Intenta contener tu genialidad. No estás escribiendo la Nueva Novela Europea ni mucho menos la Gran Novela Americana; seamos francos: ni siquiera estás escribiendo la Primera Novela de Chuchurumbache, ni..., un momento, ¡¿estás escribiendo Tu Primera Novela?! 

Han pasado cinco días. Los más fugaces de tu vida.

Pero seamos optimistas, ya has decidido un estilo (o algo por el estilo) y tienes un bonito esquema estructural a varios colores en una pizarra blanca imantada. Has inventado un par de clímaxes (los picos narrativos de tu historia) y escribir (al menos escribir mal y pronto) se parece mucho a servir en bandeja dichos pasajes a fin de que operen a su mayor intensidad.

La obra y gracia de la documentación será lo que la convierta en una novela histórica. 

Se recomienda alejar un poco el zoomesto justifica muchos errores y, en fin, suplica piedad  descaradamente. Así no te considerarán un zumbado. Prueba un distanciamiento mitológico, brechtiano, irónico cervantino, irónico galdosiano o irónico a secas, tal vez cómico o humorístico, no importa, con suerte algún día le pongan tu nombre.

La falta de rigor a veces se confunde con libertad y frescura.

Esto repercute en esa mierda de estructura continua que te has montado en la pizarrita. Así que no sufras (ni se te ocurra sufrir): todo desajuste o desaliño producido por las prisas será entendido por la gente correcta como un signo de "vanguardia". 


Piensa que es como vestir casual.

Estás escribiendo una novela casual


¡Y eso que aún no has escrito un sólo párrafo! 

No, no me señales los cincuenta post-it del escritorio. Ya veremos cuánto usas de ese material.

(Y sin embargo qué extraño embrujo tienen los jodidos pósit. Se siente uno un genio con sólo pegar uno en la mesa).


D) Recapitulación

No has escrito una palabra.

¿He dicho ya que te quedan diez días? 

Habiendo desperdiciado cinco días en "idear la novela" ahora te hallas en el trance de escribir una novela en diez días. Es decir, más de diez páginas diarias.

Espero que no tengas nada más que hacer, como comer o dormir.

Escribir una novela es igual que comprometerse con alguien, en seguida le surgen a uno oportunidades insospechadas.


1 comentario:

Maestro KewoSun dijo...

¿Te quedan entonces 9 días y bajando? concedete el don de la prisa con "coco".